.Coldplay. Fix You (Te confortaré)  

 

«i la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros»

 
  

 
 
 
 
 
 
Lectura del libro del Eclesiástico

La sabiduría hace su propia alabanza, encuentra su honor en Dios y se gloría en medio de su pueblo.
En la asamblea del Altísimo abre su boca y se gloría ante el Poderoso. «El Creador del universo me dio una orden, el que me había creado estableció mi morada y me dijo: “Pon tu tienda en Jacob, y fija tu heredad en Israel”.
Desde el principio, antes de los siglos, me creó, y nunca jamás dejaré de existir.
Ejercí mi ministerio en la Tienda santa delante de él, y así me establecí en Sión.
En la ciudad amada encontré descanso, y en Jerusalén reside mi poder. Arraigué en un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad».

Eclo 24,1-2.8-12

Salmo Responsorial

R. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.

Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sion.
Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R

Ha puesto paz en tus fronteras,

te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y  su palabra corre veloz. R

Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R

Sl 147,12-13.14-15.19-20 (R.: JN 1,14)

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo. Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor.
Él nos ha destinado por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, a ser sus hijos, para alabanza de la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en el Amado.
Por eso, habiendo oído hablar de vuestra fe en Cristo y de vuestro amor a todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mis oraciones, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.

Ef 1,3-6.15-18

Lectura del santo Evangelio según san Juan

Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
Al principio estaba junto a Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe. En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron.
Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. El no era la luz, sino el testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre. Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios. Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino que fueron engendrados por Dios.
Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él, al declarar: "Este es aquel del que yo dije: El que viene después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo".
De su plenitud, todos nosotros hemos participado y hemos recibido gracia sobre gracia: porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que está en el seno del Padre.

Jn 1,1-18

"El qui és la Paraula es va fer home"

Avui les lectures ens conviden a meditar en profunditat sobre el que realment contemplem per Nadal, més enllà de les aparences. El gran pròleg de Joan és una magnífica síntesi del que celebrem aquests dies: El qui és Paraula era amb Déu i la Paraula era Déu. Tenia en ell la Vida i la Vida era la Llum dels homes. Doncs bé, Aquell qui és la Paraula de Vida i de Llum que era Déu i vivia amb Déu es va fer home i plantà entre nosaltres el seu tabernacle; és a dir, s’ha fet un veí més del nostre món, de cadascú de nosaltres. Déu fet home! heus aquí el gran misteri que contemplem en aquests dies, un misteri incomprensible, que mai no serem capaços de copsar plenament. Com és la Llum resplendeix en la foscor i il·lumina tots els homes. I com és Vida ens permet de viure de la seva mateixa vida, la vida de Déu: A tots els qui l’han rebut, als qui creuen en el seu nom, els concedeix poder ser fills de Déu. Però això sí, cal acollir aquesta Llum i aquesta Vida. Perquè alguns no ho han fet: El món no l’ha reconegut; ha vingut a casa seva i els seus no l’han acollit. Aquest és un perill real també per a tots nosaltres: negar-nos a rebre la Llum i la Vida.
La primera lectura ens presenta la saviesa de Déu que es fa present en el poble d’Israel. Aquesta saviesa ens fa pensar en la Paraula de l’Evangeli: M’he establert a Sió, exerceixo el meu poder a Jerusalem... he tret brotada en la possessió del Senyor, en la seva heretat. Sant Pau ens recorda el gran do de la vinguda de Crist, Paraula de Déu, a la terra: Per amor ens destinà a ser fills seus per Jesucrist segons la seva benèvola decisió. Aquest és el gran do que ens ha fet Jesús. L’Evangeli encara ens diu: La Llei (la saviesa de Déu), Déu la donà per Moisès però la gràcia i la veritat ens ha vingut per Jesucrist, gràcia sobre gràcia. Només Jesucrist ens fa conèixer de veritat qui és Déu: Déu ningú no l’ha vist mai, però Déu Fill únic que està en el si del Pare és qui l’ha revelat. Necessitem tota la vida per endinsar-nos una mica en aquest gran do de Déu.

Mn. Jaume Pedrós

Música Sacra

Con el nombre de Música Sacra agrupamos las obras musicales cristianas que a lo largo de la historia han creado los grandes compositores para destacar la obra de Dios. Nació en Europa en la Alta Edad Media con los ritos cristianos en el ámbito de las iglesias. Los antiguos cantos medievales dieron paso a las Misas y Cantatas del Barroco.

La época dorada de la música religiosa se inicia con los cantos gregorianos, alcanzan la mayoría de edad con Johann Sebastian Bach, continúa con Mozart y finaliza con las Misas de Beethoven. Mas tarde la musica sagrada deja de tener tanta importancia en la vida social y los compositores se acuerdan de ella excepcionalmente.

Glória de Vivaldi

Réquiem de Mozart Passió segons sant Joan. Bach
El Messies de Händel I El Messies de Händel II El Messies de Händel III
La Passió segons sant Mateu I La Passió segons sant Mateu II Messa da Réquiem de Verdi


 

  

 

 
 
 
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